La terapia de rechazo es una técnica que ha cobrado fuerza en plataformas como TikTok, donde usuarios la promueven como una forma efectiva de superar el miedo al rechazo. Consiste en exponerse de manera intencional a situaciones en las que se recibe un "no" como respuesta, con el objetivo de disminuir la ansiedad y la autocrítica asociadas a la negativa. . Pero, ¿es realmente útil o solo una moda pasajera?
El origen de la terapia de rechazo
La terapia de rechazo fue ideada en 2009 por el canadiense Jason Comely, quien, después de vivir varias experiencias de rechazo personal, decidió enfrentar su temor mediante un juego. Este consistía en buscar 30 situaciones en las que siempre recibiría un "no". La idea era que, al repetir este proceso, pudiera superar el miedo y la frustración de las negativas constantes. Posteriormente, el influencer Jia Jiang amplió la técnica, llevando el desafío a 100 días de rechazos continuos.
La premisa detrás de la terapia de rechazo
La clave de la terapia de rechazo es exponer a las personas al rechazo de manera repetida, con la creencia de que la acumulación de respuestas negativas permitirá perder el miedo y la vergüenza. Los participantes son alentados a pedir favores absurdos, como solicitar dinero o un puesto de trabajo improbable, con la certeza de que serán rechazados. Al final, el objetivo no es obtener lo solicitado, sino simplemente acostumbrarse a la sensación de rechazo, lo que teóricamente fortalecería la autoestima.
Críticas a la terapia de rechazo
A pesar de su creciente popularidad, la terapia de rechazo no está exenta de críticas. Especialistas advierten que aunque enfrentar el miedo al rechazo es una forma válida de crecimiento personal, esta práctica puede resultar contraproducente. La constante exposición a rechazos puede tener efectos negativos en la autoestima. Además, la ausencia de un enfoque reflexivo sobre los motivos detrás del rechazo podría obstaculizar el desarrollo emocional.
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