María Becerra llegó a 'La Revuelta' con un regalo que dejó a David Broncano sin palabras: unas zapatillas personalizadas con su cara y su nombre. "¡Vaya regalo niña, están muy guapas!", dijo el presentador al recibirlas.
El gesto no solo desató carcajadas en el plató, sino que encendió las confesiones del conductor, quien bromeó sobre cómo este tipo de obsequios alimentan su ego. "Al final me convierto en un divo… o algo peor", soltó entre risas.
Zapatillas, risas y un toque de surrealismo en prime time
La dinámica entre David Broncano y María Becerra no se quedó ahí. La cantante también llevó botas personalizadas para los colaboradores Grison y Castellá, iniciando un intercambio lleno de bromas.
Entre tallas imposibles y chistes sobre ofertas de calzado infantil, María reveló su truco para ahorrar en zapatos: "Siempre compro en la sección de niños. Me salen baratos, aunque los tacones son otro tema".
¿Doble nudo o lazos cool? El dilema generacional de los cordones
Lo que comenzó como un regalo terminó en una discusión sobre cómo atarse los cordones. Broncano defendió el clásico doble nudo como símbolo de practicidad. "Esto no se sale, soy dinámico, voy corriendo", dijo, mientras María Becerra lo acusaba de aferrarse al pasado: "Se nota el cambio de época. Eso ya no se lleva".
Entre trucos para deshacer nudos y zascas generacionales, ambos sacaron risas del público. "Lo que hacéis ahora no tiene sentido", insistió Broncano, recibiendo una réplica inmediata de María: "Es incómodo, pero se ve más cool". La conversación se convirtió en un improvisado análisis cultural sobre estilos de vida, con los cordones como excusa perfecta.
El regalo más inesperado: botellas de agua y complicidad
La sorpresa de la noche llegó cuando David Broncano devolvió el gesto con un regalo al estilo del programa: tres botellas de agua de cinco litros. "El mundo se está complicando", comentó entre risas, cerrando un intercambio lleno de humor y surrealismo.
Una vez más, la química entre David Broncano y sus invitados demuestra que La Revuelta es más que un programa de entrevistas: es un espacio donde hasta las zapatillas pueden convertirse en un símbolo de conexión y carcajadas compartidas.