Los perros son una de las compañías más importantes para el ser humano. Ellos siempre están al lado de uno, sea en buenos o malos momentos. Hay veces en los que, en el afán de querer saber qué es lo que están pensando o sintiendo, creemos que actúan igual a uno mismo. Por eso, los expertos han respondido a tal inquietud.
Muchas veces los perros tienen muchas más concesiones de las que deberían, pero eso se debe al cariño que se les tiene. Uno los mira y ya siente alegría total y es allí cuando se empieza a ceder. Y es que se cree que ellos tienen los mismos sentimientos que nosotros y, quienes saben al respecto, han decidido terminar con dicho mito.
Generalmente los perros, cuando son retados por alguna acción que han realizado, agachan la cabeza, esquivan la mirada y colocan el rabo entre las patas. Es allí donde el ser humano considera que han sentido culpa por lo que hicieron, pero realmente no es así y los expertos afirman que lo que ellos hacen es dar una respuesta a las reacciones emocionales del ser humano.
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La psicóloga Alexandra Horowitz hizo un estudio analizando el comportamiento de los perros y llegó a la conclusión de que ellos no sienten la culpa propiamente dicha, sino que lo que sienten es mal estar por la reprimenda que le dan sus dueños. Ella ha llegado a la conclusión de que ellos no conocen ese sentimiento.