Existe una corriente que se ha extendido en los últimos meses y que pretende quitarle importancia a la hora de cocinar. Quienes promueven esta tendencia se apoyan en "las molestias" que genera pensar en la cena o en el almuerzo, sin importar los beneficios que pueda tener dedicarle el tiempo indicado y las complicaciones que pueda acarrear ingerir productos de rápida preparación o de delivery diario.
Por fortuna también existen quienes enfrentan a estas tendencias aportando soluciones, con recetas fáciles que no requieren mucha inversión de tiempo ni de dinero. Un ejemplo de esto es este pastel de patatas y queso que no lleva más de veinte minutos y que aporta originalidad y sabor.
Ingredientes
- 600-700 gramos de patatas
- 2 cucharadas de queso parmesano en polvo
- Queso Mozzarella
- 6 cucharadas de almidón de patata
- Sal
- Pimienta
- 2 cucharadas de chile en polvo
Paso a paso
1: Prepara las patatas
Pelamos las patatas, las cortamos en rodajas y las colocamos en un recipiente con agua. Las dejamos estacionar para luego drenar el agua y sazonarlas con sal, pimienta, queso parmesano en polvo, el almidón y el chile en polvo.
2: A la sartén
Ponemos aceite y colocamos las patatas en forma de círculo, superponiéndolas para cubrir la superficie. Bajamos a fuego lento y cocinamos durante 6 o 7 minutos. Luego las damos vuelta como si se tratase de una tortilla y seguimos cocinando del otro lado, moviéndolas para que no se peguen.
3: Repetir el proceso
Sacamos esa primer piso de patatas y lo dejamos apartado. Luego repetimos el proceso para tener un segundo piso.
4: Queso y completamos el pastel.
Cuando el segundo piso de patatas esté listo vamos a agregar el queso mozzarella, sin retirarlo de la sartén. Luego vamos a colocar el piso que habíamos hecho antes para cubrir todo. Una vez que el queso se derrita podemos retirarlo y servirlo. Así de sencillo tendremos una receta rica y original.
Otras variantes
Si se quiere aumentar el nivel de la receta, aunque no su dificultad, también se pueden incorporar otros elementos. Un ejemplo de esto es lo que sucede cuando, además del queso, se le agrega jamón, panceta o incluso, por qué no, chorizo colorado.