Los ríos, que siempre han sido símbolo de vida y crecimiento, hoy nos gritan lo contrario. Según la Organización Meteorológica Mundial, el 45% de las cuencas fluviales, es decir, las zonas donde se acumula agua, del planeta estuvo más seca de lo normal en 2023. Esto afecta directamente a ecosistemas enteros y comunidades que dependen de esos ríos.
La disminución de caudal en ríos tan icónicos como el Amazonas —que marcó su nivel más bajo desde 1902— nos muestra lo urgente que es cambiar nuestro vínculo con la naturaleza no solo para cambiar nuestro presente, sino para mejorar el porvenir para las próximas generaciones.
No es solo cuestión de agua; es la forma en que vivimos. Desde los cultivos que alimentan al mundo hasta los glaciares que una vez parecían eternos, todo se está desmoronando. Mientras tanto, la pregunta persiste: ¿seremos capaces de reducir nuestra huella de carbono lo suficiente como para evitar que esto empeore? Reducir las emisiones no es una opción, es una necesidad para sobrevivir a un futuro donde el agua será uno de los recursos más preciados.
En América, las cuencas del Misisipi, Colorado y Amazonas están padeciendo niveles críticos de sequía, mientras que en Europa, el sur de España sufre con la falta de agua en los ríos Guadalquivir y Guadiana. Estas pérdidas son una señal de advertencia, pero también un llamado a la acción. Si no lo hacemos ahora, no habrá vuelta atrás.
Cómo ayudar a reducir tu huella de carbono
Con estos consejos puedes contribuir a la reducción de la huella de carbono en su día a día y así, entre otras cosas, evitar la situación de sequías y falta de agua empeore:
- Desconectar los cargadores que no se están usando.
- Utilizar la lavadora con la mayor cantidad de ropa.
- Usar la bicicleta.
- Utilizar bolsas de tela en vez de plásticas.
- No usar cubiertos desechables.
- Ser cauteloso con el tiempo que pasas en la ducha
- No regar demasiado las plantas
- Mantener el vehículo en buen estado y adoptar prácticas de conducción sostenible.