Las monomeals, o comidas de un solo ingrediente, se han popularizado como una tendencia que busca simplificar la alimentación y mejorar la digestión. Este enfoque consiste en consumir una gran cantidad de un solo tipo de alimento en cada comida, generalmente frutas o vegetales, sin mezclarlo con otros ingredientes. A nivel ancestral, esta práctica refleja la manera en que nuestros antepasados se alimentaban, aprovechando de manera integral un solo recurso disponible en la naturaleza, como un arbusto lleno de bayas maduras.
Una de las principales ventajas de las monomeals es su impacto positivo en la digestión. Al comer un solo tipo de alimento, el sistema digestivo no necesita lidiar con diferentes enzimas para procesar múltiples nutrientes simultáneamente, lo cual reduce la carga digestiva y puede facilitar una mejor absorción de nutrientes.
Muchas personas que practican esta dieta afirman experimentar una "desintoxicación" natural, más energía, y menos problemas gastrointestinales como gases o inflamación. Las monomeals también ofrecen una forma sencilla de hacer una pausa de las comidas complejas que solemos consumir.
Al limitarse a un solo ingrediente, se elimina la necesidad de contar calorías o medir porciones, lo cual puede ser liberador para algunas personas. Por otro lado, es importante tener en cuenta que esta práctica no necesariamente está exenta de críticas. Los dietistas señalan que, aunque sea menos demandante para el sistema digestivo, un alto consumo de ciertas frutas, por ejemplo, puede elevar los niveles de azúcar en sangre, causando un aumento en la respuesta de insulina. En este sentido, incorporar ocasionalmente monomeals puede ser una excelente forma de apoyar la digestión y hacer una pausa de las comidas más pesadas, pero es recomendable equilibrar esta práctica con una dieta diversa para asegurarse de obtener todos los nutrientes necesarios.
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