Este 12 de octubre, la princesa Leonor ha vuelto a ser protagonista del desfile militar del Día de la Hispanidad, en el que, por segundo año consecutivo, ha desfilado vestida con el uniforme militar. Al igual que su padre, el rey Felipe VI, la heredera al trono demuestra una vez más su compromiso con la formación militar y su futuro como Jefa de Estado. En esta ocasión, Leonor ha optado por el uniforme de gala de invierno azul de la Armada, conocido como el “14 botones,” marcando un importante paso en su preparación oficial y dejando claro su papel en la monarquía española.
Acompañada por el rey Felipe VI y la reina Letizia, que ha lucido un elegante abrigo rojo, la princesa ha presidido el desfile con porte y seriedad, sin la compañía de su hermana, la infanta Sofía. El uniforme, compuesto por una chaqueta azul marino, pantalones a juego, una camisa blanca, guantes y un sombrero bicornio con el escudo de la Armada, resalta su posición y su dedicación al protocolo militar. Esta imagen dista de los años en los que sus apariciones se caracterizaban por estilos más juveniles, dejando entrever que Leonor ha adoptado un estilo más solemne y adecuado a sus futuras responsabilidades.
Lo que realmente ha captado la atención en el desfile de este año son las condecoraciones que la princesa llevaba en su chaqueta. Entre las insignias, destacan distinciones recientes y otras de gran valor sentimental, incluyendo la otorgada por el propio rey Felipe VI. Estas condecoraciones son un símbolo de los logros alcanzados por Leonor en su camino de preparación para el rol de futura monarca, y sus seguidores no han tardado en mostrar orgullo y admiración por su evolución.
Con cada evento oficial, la princesa Leonor se consolida no solo como la heredera al trono, sino como un símbolo de modernidad y tradición, capturando la atención de España y dejando claro que, aunque joven, está dispuesta a asumir los desafíos y el compromiso que exige su futuro papel como reina.