Dentro de la difícil tarea de decorar y embellecer nuestro hogar, la elección de las luces a utilizar en cada espacio o habitación es, sin lugar a dudas, fundamental. Optar por la luz cálida o la fría es una decisión que generará efectos diferentes en el sitio en el que la utilices, y es por eso hay que determinarlo de manera criteriosa y acorde a las funciones de cada rincón de nuestra casa.
En ese sentido, es importante destacar que, por ejemplo, en la habitación, es fundamental que coloquemos luces cálidas, pues contribuyen a generar una sensación de relajación. Del mismo modo debe suceder en el living o sala de estar, pues se trata de un espacio dedicado al ocio, al entretenimiento, y a recibir visitas que querremos que se sientan cómodas en nuestra casa.
Por otra parte, la luz fría es la opción que debes utilizar en el baño y en la cocina, pues allí necesitaremos ver con claridad para realizar nuestras actividades. Además, si contáis con un estudio u oficina, este tipo de iluminación es la que debéis colocar, pues nos facilitará mantenernos activos y concentrados.
Como podemos ver, la elección entre luces frías y cálidas para nuestro hogar está lejos de ser una cuestión de menor importancia o a resolver mediante el azar. Los distintos rincones de nuestra vivienda tienen funciones de lo más diversas, y la iluminación por la que optemos debe acompañar a la misma.
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