Los que forman parte del mundillo de la numismática saben perfectamente que una moneda puede ser valiosa por distintos factores. A veces, lo importante es el diseño. En otros casos, lo que destaca son los errores de acuñación. Sin embargo, como veremos a continuación, los ejemplares que más suelen llevarse la atención de los coleccionistas son los que brillan por su valor histórico.
La moneda italiana de 20 liras del año 1882 es una auténtica joya que todos los numismáticos quisieran tener en su catálogo. Este ejemplar tiene un diseño sencillo pero bonito, fue fabricado en oro, pesa aproximadamente 6,5 gramos, y tiene un diámetro de alrededor de 20 milímetros. Sin embargo, como hemos dicho, destaca por su historia. ¿Por qué?
Esta pieza lleva en su anverso el perfil del rey Humberto I de Saboya, quien llevó las riendas de Italia en un extenso período, entre los años 1878 y 1900. De esta manera, esta moneda nos permite conocer a una de las personalidades históricas que ha marcado una época en su nación.
Por todo esto, la moneda de 20 liras italianas de 1882 podría costar entre 1200 y 1900 euros según los sitios especializados, en caso de contar con las certificaciones correspondientes y el estado de conservación adecuado. Sin lugar a dudas, se trata de una joya que cualquier coleccionista quisiera tener.
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