Lograr un bronceado dorado y saludable es un meta común durante el verano, pero mantener ese tono puede ser todo un desafío. Una de las primeras cosas que debes hacer antes de exponerte al sol es exfoliar tu piel. Utilizar un exfoliante suave ayuda a eliminar las células muertas de la superficie de la piel, lo que no solo te prepara para un bronceado más uniforme, sino que también puede prolongar su duración al permitir que el color se fije mejor en las nuevas células de la piel.
La hidratación es otro componente esencial para que el bronceado dure más tiempo. La piel seca tiende a descamarse más rápido, llevándose con ella tu preciado tono dorado. Podrías optar por una crema hidratante rica en ingredientes nutritivos como aloe vera o aceite de coco después de cada exposición solar.
El paso más importante es la protección solar, incluso después de haber conseguido ese tono dorado perfecto. Parecería contradictorio, pero utilizar protector solar no solo te protege de los daños, sino que también ayuda a mantener tu bronceado por más tiempo.
Pero su lo que buscas es un brillo adicional, los aceites iluminadores pueden ser tus mejores aliados. Estos productos contienen partículas que reflejan la luz, haciendo que tu piel se vea aún más radiante, lo que mejoraría significativamente tu bronceado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de estos no incluyen protección solar, por lo que habrá que aplicarlo luego.