Cuando hablamos de numismática, solemos centrar nuestra atención en piezas coleccionables de gran antigüedad. Ciertamente, la mayoría de monedas que cotizan en altos valores en el mercado coleccionista son de hace muchos años, y su valor se apoya en la escasez o en la historia que tienen por detrás. ¡Pero no siempre es así!
Existen casos como el de algunas monedas de los Estados Unidos relativamente recientes, de los últimos años, que por tener errores de acuñación son bien valoradas por los coleccionistas. Por ejemplo, existe una unidad de 25 centavos de Wisconsin (2004) que tiene una planta de maíz con una hoja de más, y que ha sido vendida por más de 100 dólares en distintas oportunidades, o una del mismo monto del año 2005 que también ha sido vendida por un centenar de dólares por llevar la incorrecta leyenda “In God we rust”.
En el mismo sentido, en el año 2007, una tanda de monedas de 1 dólar fue acuñada sin la típica inscripción religiosa del dinero norteamericano. Dependiendo de sus condiciones, pueden ser vendidas por cifras cercanas a los 200 euros. La joya de la corona es el ejemplar de 1 dólar del año 2000, que fue curiosamente distribuido en cajas de Cheerios, y en la actualidad, debido a su escasez, puede alcanzar la astronómica cifra de 25.000 euros si está en correctas condiciones.
Como podéis observar, existen diversas monedas de los Estados Unidos que, aunque acuñadas en los últimos años, ya se han convertido en auténticas joyas para los coleccionistas. La numismática sigue creciendo como pasatiempo y como negocio por ejemplares como estos.
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