La limpieza de la casa como plan entretenido para el fin de semana no suele estar entre las opciones más apetecibles de casi nadie. Por regla general, la gente prefiere salir con sus amigos, ir a comer a un restaurante o andar en bicicleta por el campo. Cualquier cosa antes que dedicar nuestro tiempo libre a dejar cada rincón reluciente.
Para que la limpieza de tu hogar no te saque más tiempo que el estrictamente necesario, es importante incorporar rutinas para tener una casa limpia y ordenada con el mínimo esfuerzo posible. En este sentido, la planificación es esencial, ya que organizando las tareas de casa con antelación y cierta periodicidad lograrás el resultado esperado en menos tiempo.
Comienza por elaborar una estrategia de tareas semanales y otra diaria por escrito, simplificando al máximo estas labores hasta convertirlas en un hábito. Divide las tareas de lunes a viernes para tener claro lo que tienes que hacer y puedas repartir el trabajo para no agobiarte demasiado. El baño y la cocina son los espacios a los que más uso se da en una casa, por lo que será necesario asigna dos días de la semana para su limpieza.
Asimismo, la organización de comidas y cenas es importante. Si te gusta ser previsible, dedica un día a la semana a hacer la lista de la compra, planificar y cocinar las comidas de toda la semana. Además, pasa el plumero cada día por una habitación distinta de la casa y acostúmbrate a pasar la aspiradora o barrer por ese mismo cuarto. En cuanto a la lavadora, pon una de ropa blanca y otra de color cada semana, aunque esta frecuencia puede variar dependiendo de los miembros de cada familia. Con esta guía de limpieza, transformarás la ardua tarea en una rutina eficiente y manejable, ahorrando tiempo para disfrutar de lo que realmente te gusta.