El año 2010 marcó un antes y un después en la conformación de la identidad para toda una generación en vuestro país. Por primera vez, España se quedaba con el título de la FIFA levantando la Copa Mundial de Fútbol. Fue tanta la euforia y la alegría de todo el pueblo que el merchandising se puso a merced de todos aquellos que querían tener un objeto conmemorativo referente a este hecho histórico. Por esta razón, el Banco Central decidió confeccionar una moneda alusiva a la fecha.
Su valor era de 20 euros y todos los fanáticos que quieran obtener uno de estos ejemplares, debían acercarse a esta entidad financiera para canjear esta denominación financiera por la moneda de la Selección Nacional. El material utilizado para la creación de esta moneda fue plata metálica, puesto que era el más idóneo para resaltar el brillo del momento. A su vez, los símbolos que caracterizaron a esta reliquia estuvieron atravesados por la consagración deportiva, como así también por la realeza del país.
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En otras palabras, de un lado se reflejó a un futbolista chutando el balón junto al Escudo de España y la denominación financiera de la misma: 20 euros. En el reverso de la moneda, aparecía la imagen de los reyes Juan Carlos I y Sofía, con la leyenda: "España 2010" donde quedó inmortalizada la fecha de coronación. Un detalle que no pasó desapercibido fue que en las terminaciones de los bordes de ambos lados se rodeó una gráfila de perlas.
Los coleccionistas de una sola moneda
Si bien en el mundo de la numismática los coleccionistas de papel moneda y metales financieros están en búsqueda de quedarse con uno de estos ejemplares poco frecuentes en la economía cotidiana, lo cierto es que muchos aficionados al fútbol atesoran este dinero como parte de su identidad y fanatismo. Por esta razón, es de esperarse que cualquier tipo de persona que no tenga que ver con la numismática esté en búsqueda de este ejemplar para poder lograr su cometido: ser uno de los afortunados en tener a La Roja entre sus manos.