El vínculo entre el príncipe Alberto y su esposa, Charlène, ha estado en el centro de las críticas y rumores de crisis en las últimas semanas. A pesar de los desmentidos de ambos, la actitud de la pareja sigue generando sospechas, especialmente en medios internacionales.
La semana pasada, Charlène viajó a Sudáfrica para cumplir con un compromiso de su fundación, dejando a su esposo y sus hijos en Mónaco. Esta fue su primera visita al país desde que regresó a Mónaco después de enfrentar graves complicaciones de salud debido a una infección respiratoria.
Mientras Charlène estaba en Sudáfrica, el príncipe Alberto fue visto participando en una jornada de limpieza de calles en Mónaco con sus hijos y luego protagonizando el Oktoberfest en Alemania. Curiosamente, en la misma fiesta estuvo presente su ex pareja, Nicole Coste, quien ha sembrado dudas sobre la unión de la pareja.
Alberto también viajó a Estados Unidos esta semana para reforzar su compromiso con la emergencia climática, y lo hizo solo, ya que Charlène continúa en Sudáfrica. La ausencia de una fecha de regreso concreta para Charlène ha aumentado los rumores sobre la situación real de la pareja, a pesar de las declaraciones de ambos negando conflictos.
Aunque las palabras de Alberto y Charlène sugieren que todo está bien en su vínculo, la distancia frecuente entre ellos y la presencia de Nicole Coste en el entorno del príncipe han alimentado las especulaciones sobre un posible divorcio en el futuro. El tiempo dirá si estos rumores se confirman o se mantienen como meras especulaciones.