Letizia Ortiz, la reina consorte de España desde su matrimonio con el rey Felipe VI en 2004, es un verdadero ejemplo de cómo un miembro de la realeza puede ejercer una influencia significativa a nivel internacional. Aunque hay que destacar que antes de su entrada en la familia real era periodista y llegó a cubrir noticias de importancia global como la invasión de Irak en 2003.
A nivel internacional, Letizia Ortiz se ha convertido en una embajadora de causas humanitarias. Es miembro honorario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha participado en múltiples conferencias internacionales centradas en temas como la desnutrición y las enfermedades raras. Pero no solo eso, su compromiso se extiende a América Latina, donde ha visitado proyectos de cooperación y desarrollo en países como Honduras y República Dominicana.
Una de las características más distintivas de la reina es su interés por la moda sostenible. Letizia Ortiz a menudo elige vestir diseñadores locales y ello la ha convertido en un ícono de estilo que ha captado la atención de revistas de moda de todo el mundo. Sin embargo, no se trata solo de un interés superficial. Al optar por la moda ética y al reciclar conjuntos, la consorte envía un mensaje claro sobre la importancia de la sostenibilidad y el consumo responsable, alineando su imagen pública con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
El poder de Letizia Ortiz a nivel internacional
Letizia Ortiz ha logrado posicionarse como una figura multifacética que equilibra su rol protocolario con la promoción activa de causas sociales y humanitarias. No es solo un representante del Estado español, sino también un símbolo internacional de compromiso con una variedad de temas que trascienden fronteras y afectan a la humanidad en conjunto. Su enfoque informado y apasionado sobre asuntos de importancia global le confiere una influencia que va más allá de la corona que lleva.