¿Quieres transformar tu cocina sin gastar una fortuna ni lidiar con obras interminables? Aquí te presentamos cuatro trucos que te permitirán darle un nuevo aire a tu espacio culinario de forma sencilla y económica, implementando pequeños cambios, pero que harán que el ambiente luzca como nuevo.
En primer lugar, si el suelo de tu cocina luce desgastado y anticuado, considera la opción de instalar un suelo vinílico. Este material se coloca fácilmente, sin necesidad de retirar el pavimento anterior ni desmontar los muebles. Puedes optar por pegarlo o utilizar un sistema de clic para su instalación.
Si los armarios de tu cocina te resultan monótonos o pasados de moda, no es necesario cambiarlos por completo. Un pequeño trabajo de pintura en el color de tu elección hará maravillas. Simplemente, desmonta las puertas y cajones, aplica una imprimación adecuada y pinta con un esmalte específico utilizando un rodillo de espuma para una terminación impecable.
Si la estructura de tus muebles está en buenas condiciones, cambiar solo las puertas puede ser una opción más económica y simple. Asegúrate de que las dimensiones sean estándar para evitar encargos a medida. Por otro lado, no subestimes la importancia de la luz en tu cocina. Planifica una iluminación general y focalizada en las zonas de trabajo. Las luminarias empotradas en el techo y lámparas colgantes sobre la isla o la mesa de comedor son excelentes opciones.
Finalmente, un toque final para tu renovación es cambiar los viejos tiradores de tus armarios y cajones. Este pequeño detalle puede dar un giro sorprendente a la apariencia de tu cocina. Asegúrate de buscar aquellos que se ajusten a los agujeros existentes para facilitar la reforma. Con estos sencillos trucos, lograrás una cocina renovada y fresca sin enfrentarte a costosas remodelaciones.