Después de un verano marcado por rumores sobre su vínculo con el príncipe Alberto II, la princesa Charlène de Mónaco ha decidido hablar sobre varios aspectos de su vida personal.
En una entrevista con Monaco-Matin, la princesa ha develado que su salud está estabilizada después de enfrentar graves inconvenientes que la mantuvieron alejada de la atención pública durante meses debido a una infección otorrinolaringológica. Se siente "en muy buena forma, feliz y serena" y tiene planes de volver a entrenar en natación.
La princesa también ha hablado sobre sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella, y destacó que su prioridad es asegurarse de que reciban una educación que les brinde confianza en sí mismos y les permita llevar una "infancia feliz". A pesar de su papel institucional, Charlène de Mónaco ha enfatizado que sus hijos son "solo niños" y que la familia real monegasca está allí para apoyarlos mientras comprenden su futuro papel en un mundo en constante cambio.
Charlène de Mónaco y su esposo han sido un sólido apoyo para sus hijos desde que eran pequeños, enseñándoles la importancia del deporte y las actividades acuáticas. Aunque los príncipes herederos han desarrollado intereses en el taekwondo y el baile hip-hop, sus padres no los presionan para que practiquen intensivamente, reconociendo que la infancia debe prevalecer sobre la exigencia de las disciplinas.
Estas declaraciones de Charlène de Mónaco llegan después de una ola de controversias y rumores sobre su unión con el príncipe Alberto II. Asimismo, reflejan su determinación de centrarse en su familia, su salud y el bienestar de sus hijos en medio de las habladurías mediáticas.