Isabel Pantoja regresó triunfante a los escenarios con un conmovedor concierto en el Gran Canaria Arena, donde nuevamente agotó todas las entradas. La icónica tonadillera, en el marco de su gira "Enamórate", brindó un espectáculo que superó las dos horas y reunió a una audiencia de 6,000 personas.
Acompañada por la Orquesta Sinfónica de Las Palmas, la cantante demostró su esplendor artístico, llegando a emocionarse hasta las lágrimas en varias ocasiones. Detrás del escenario, se vivieron momentos de sorpresa y complicidad entre Isabel Pantoja y su equipo, desvelando un aspecto más privado del esperado regreso de la artista a los escenarios españoles después de su gira por América.
Con un inicio emocionante al interpretar "Hoy quiero confesar", uno de sus éxitos más reconocidos, Isabel Pantoja cautivó a su público desde el primer momento. Además de su maestría musical, la artista aprovechó la oportunidad para enviar mensajes a través de sus letras. En la interpretación de "Era mi vida él", resaltó la línea "eran mi vida ellos, ellos siguen siendo mi vida", posiblemente en referencia a sus padres que ya no están.
Sin embargo, uno de los momentos más conmovedores del concierto llegó cuando Isabel Pantoja entonó "Marinero de luces", la canción que siempre dedica a su difunto esposo, Paquirri. Durante la interpretación, la emoción abrumó a la cantante, quien miró al cielo en varias ocasiones y finalmente se quebró en llanto. Ante su incapacidad de seguir cantando, Pantoja levantó el micrófono, dejando que sus fans completaran la canción.
Además de lo que sucedió en el escenario, la artista compartió momentos memorables en las redes sociales. Entre bambalinas, junto a Anabel Pantoja y otros miembros de su equipo, Isabel Pantoja se mostró feliz y sonriente. La fecha del concierto coincidió con el cumpleaños de dos integrantes de su equipo, lo que llevó a una improvisada celebración donde todos entonaron el clásico "cumpleaños feliz" junto a la carismática cantante.