El universo de la numismática ha evolucionado en una afición en pleno auge. Esta disciplina de estudio y colección de monedas ha extendido también su interés hacia los más destacados billetes, un mercado que ha adquirido proporciones colosales, desplegando piezas a precios sumamente elevados.
Más allá del simple pasatiempo, la compra y venta de monedas y billetes se ha convertido en un lucrativo negocio. Si bien este no es un fenómeno nuevo, la numismática ha tejido su presencia en el mundo del coleccionismo por siglos. No obstante, la irrupción de la red ha revolucionado el mercado, brindando a todos la posibilidad de obtener rentables beneficios.
En nuestros días, cualquier individuo puede comercializar sus monedas y billetes en línea y obtener ganancias. La renuencia a hacerlo radica en buena medida en el desconocimiento del valor que pueden encerrar esas piezas olvidadas en el hogar, ya que es probable que todos poseamos algún ejemplar que genere interés.
Como ocurre con las monedas, los billetes han ganado popularidad entre los aficionados a la numismática en España. En esta auténtica mina de oro, existe un objeto de anhelo para los coleccionistas: el billete de 100 reales de vellón de 1862. Su rareza y excelente estado de conservación lo han elevado a la categoría de joya codiciada, ya que su valor se sitúa alrededor de 15.000 dólares.