La reina consorte, Letizia Ortiz Rocasolano, ha conquistado el corazón de millones de personas en todo el mundo con su gracia y elegancia. Casada con el rey Felipe VI, ambos son padres amorosos de la princesa Leonor de Asturias y la infanta Sofía, representando al reino en compromisos protocolares internacionales. Sin embargo, detrás de la imponente figura real se encuentra una historia de humildad y superación.
Nacida en Oviedo el 15 de septiembre de 1972, Letizia proviene de una familia "plebeya", como se le ha denominado cariñosamente en algunos círculos. Sus padres, Jesús José Ortiz Álvarez y María Paloma Rocasolano Rodríguez, trabajaron arduamente para sacar adelante a sus tres hijas. Tristemente, Letizia perdió a su hermana Érika en 2007, un hecho que la marcó profundamente.
Jesús Ortiz, el padre de Letizia, se dedicó durante más de 20 años al mundo de las comunicaciones, mientras que su madre, Paloma Rocasolano, prestó sus servicios en el sindicato de enfermería hasta su jubilación hace seis años. Ambos rehicieron sus vidas tras separarse y encontraron nuevas parejas con quienes comparten su tiempo en Madrid.
Aunque Letizia dejó atrás una vida más sencilla para convertirse en reina, nunca olvida sus raíces y la importancia de su familia. La abuela paterna de Letizia, Menchu Álvarez del Valle, fue una reconocida locutora radiofónica en Asturias, una comunidad autónoma que ha dejado una huella imborrable en la historia de la monarquía, pues es el título que lleva su primogénita, la princesa Leonor.
El cariño de Letizia para con su familia materna
La reina Letizia también guarda un profundo cariño a sus abuelos maternos, Francisco y Enriqueta, quienes desempeñaron un papel crucial en su vida. Francisco, un humilde taxista, y Enriqueta, una mujer fuerte y amorosa, fallecieron en 2015 y 2008, respectivamente. Su legado de amor y apoyo continúa siendo un pilar fundamental para la actual reina consorte.
La historia de Letizia Ortiz Rocasolano es un testimonio de superación y amor familiar, una inspiración para muchos que ven en ella una figura cercana y comprometida con su país y su familia. Su camino desde una vida modesta hasta convertirse en la reina de España es un ejemplo de que los sueños pueden hacerse realidad con trabajo duro y determinación.