El próximo 5 de julio, los reyes Felipe y Letizia vivirán un momento trascendental al reunirse en Cataluña para la entrega de los premios Princesa de Girona. Por supuesto, sus hijas Leonor y Sofía también estarán presentes en este evento que premia y destaca a prometedores talentos, sirviendo como inspiración para la sociedad.
Aunque la princesa Leonor ya participó en este acontecimiento en 2019, cuando se llevó a cabo en Barcelona, esta será la primera vez que la infanta Sofía se incorpora a este compromiso oficial. Las hijas de Felipe y Letizia se enfrentan a un verano intenso, ya que comenzarán nuevas etapas en sus vidas educativas. La princesa se dirigirá a la Academia Militar de Zaragoza para iniciar su formación castrense, mientras que su hermana viajará a Gales para cursar bachillerato en el UWC Atlantic College.
Lo cierto es que los reyes de España se enfrentan a un ambiente potencialmente hostil en Cataluña debido al panorama político, especialmente por parte de los independentistas. Por motivos de seguridad, se han evitado sus asistencias a los diferentes actos en la comunidad desde 2018 y, desde entonces, ni Felipe ni Letizia han vuelto a pisar la provincia.
El plan para resguardar a Felipe y Letizia
Este año, los premios se llevarán a cabo en el Hotel Camiral de Caldes de Malavella, un recinto privado y alejado a 20 kilómetros de la capital. Se espera que esta elección minimice las posibles incidencias vinculadas con personas que busquen abuchear a los miembros de la familia real. Según fuentes cercanas a la Fundación Princesa de Girona, se ha buscado un lugar hermético y discreto, lejos del centro de la población, para dificultar manifestaciones independentistas y evitar así que se produzca la imagen de Letizia y Felipe siendo abucheados. Aunque no se descarta que algunos se acerquen a las inmediaciones ante la llegada de los reyes, el acceso al complejo se encuentra distanciado del edificio principal, lo que reduce la posibilidad de incidentes.