La princesa Charlène de Mónaco estuvo muy pendiente de su hijo Jacques durante una recepción real en la que también estuvo presente su esposo, el príncipe Alberto. Por lo general, el hijo de la pareja no suele asistir a eventos oficiales debido a su corta edad, pero en esta ocasión, al tratarse de un acto relacionado con el deporte, Jacques no se sintió fuera de lugar.
Os puede interesar: "El ecléctico look de Charlène de Mónaco"
El palacio de Mónaco fue el escenario elegido para recibir al equipo de baloncesto del AS Monaco Basket (ASM), quienes se habían levantado con el trofeo del campeonato francés de baloncesto de élite. Todos los jugadores, junto con el equipo directivo y deportivo, se tomaron una fotografía familiar, en la que también estaban presentes el pequeño Jacques y Charlène.
La esposa del príncipe Alberto de Mónaco es una madre devota y cariñosa, y cuando alguno de sus dos hijos mellizos está presente en un acto oficial, no se separa de ellos para hacerlos sentir seguros y protegidos. Estos compromisos no son el entorno ideal para niños tan pequeños, ya que no suelen tener un papel específico.
Durante todo el evento, el joven Jacques estuvo inquieto, mirando a su alrededor y un poco nervioso. Sin embargo, su momento favorito llegó cuando tuvo la oportunidad de ver de cerca los trofeos que trajeron consigo los jugadores de baloncesto profesionales. Charlène acurrucó a su hijo Jacques, de ocho años, durante la sesión de fotos familiar con todo el equipo.
Charlène, una madre presente
La actitud cercana y protectora de la princesa Charlène hacia su hijo ha sido muy destacada por los presentes en el evento, quienes admiraron su dedicación y cariño hacia su familia. Estos momentos especiales prueban la importancia que la princesa le otorga a la crianza de sus hijos y la conexión que tiene con ellos, a pesar de las responsabilidades y compromisos reales.