La expareja del príncipe Alberto II, Nicole Coste, ha vuelto a hacer acto de presencia en una importante cita en el Principado de Mónaco: el Gran Premio de Fórmula 1. Su presencia en este evento no pasaría desapercibida, si no fuera por la tensión existente entre ella y la princesa Charlène, esposa de Alberto II.
Nicole Coste, quien ha sido cercana al soberano durante mucho tiempo, ha generado incomodidad en Mónaco debido a declaraciones y acciones pasadas. Aunque no se ha reportado un acercamiento entre ambas, la presencia de Coste ha generado cierta polémica.
La exazafata no está dispuesta a renunciar a su estatus y posición adquiridos en el tiempo gracias a su vínculo cercano con el príncipe de Mónaco. Incluso antes de que Alberto reconociera oficialmente a su hijo Alexandre, el soberano siempre se ha hecho cargo de los gastos de Coste y su hijo. A pesar de los desacuerdos pasados, parece que las aguas se han calmado entre los dos y han superado sus diferencias.
Nicole ha intentado desafiar a la princesa de Mónaco y, de alguna manera, al soberano en varias ocasiones. Recientemente, aprovechó un viaje de la pareja a Nueva York para promover una reunión entre Alberto y sus dos hijos mayores, compartiendo incluso una fotografía de la reunión. Aunque Charlène no asistió a dicha reunión, la insistencia de Coste en insertarse en la vida pública de Mónaco sugiere que aún mantiene rencillas con la princesa.
A pesar de los desencuentros ocasionales, Nicole Coste sigue desempeñando un papel protagonista en Mónaco, lo cual podría resultar incómodo para Charlène. Aunque no se conocen los motivos exactos de la togolesa para asistir a eventos importantes, todo apunta a que Coste no tiene intención de dejar atrás sus diferencias con la princesa y anhela resaltar que sigue siendo un apoyo fundamental para el soberano. Con estas tensiones presentes, Charlène se ve obligada a mantener su papel oficial y evitar cualquier situación incómoda para ambas partes.