La princesa Charlène de Mónaco ha sido la protagonista del tradicional torneo de rugby de Santa Devota. La nadadora ha lucido un look cómodo y elegante compuesto por pantalones pitillo blancos, camiseta blanca, blazer azul marino y zapatillas blancas, todo ello combinado con labios rojos y manicura del mismo color.
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En el evento, Charlène de Mónaco, como muy pocas veces se puede apreciar, ha derrochado simpatía y ha sorprendido a todos los presentes al bailar la icónica coreografía de ‘La Macarena’ de Los del Río, rompiendo con el protocolo y enseñando su lado más divertido.
La princesa estaba acompañada por su esposo, el príncipe Alberto II de Mónaco, quien también lucía un atuendo elegante con americana azul marino y pantalón gris, junto con una camisa blanca y corbata roja. Charlène cumplía su sueño de tener a su familia cerca al conseguir que sus padres se mudaran al Principado después de una década de sentirse muy sola.
La compañía de Charlène
Durante el evento deportivo, Charlène y Alberto estuvieron en compañía de Gareth y Sean Wittstock, hermanos de la exnadadora, y de sus cuatro sobrinos. Los mellizos Jacques y Gabriella se divirtieron con sus primos y mantienen un excelente vínculo entre ellos. La princesa Charlène de Mónaco prueba así su lado más divertido y cercano, alejado de la imagen seria y distante que generaba controversia en el pasado.