Charlène de Mónaco ha vuelto a su elemento natural, el agua, y se ha regocijadocomo nunca. La Princesa y exnadadora olímpica ha participado en una actividad de salvamento acuático y ha jugado al waterpolo junto a 85 jóvenes jugadores que se encuentran disputando el Torneo de Santa Devota de Rugby.
En las imágenes publicadas por la propia fundación de la princesa se puede ver a Charlène ataviada con un traje de neopreno. Así, la esposa del príncipe Alberto II ha probado que nunca ha dejado de ser una nadadora de élite y que el agua sigue siendo su gran afición.
La princesa Charlène ha incorporado el deporte acuático a su agenda siempre que ha podido. En los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, animó a sus compatriotas sudafricanos desde la grada y más tarde participó en una carrera benéfica en bicicleta acuática entre Córcega y Mónaco. Sin embargo, un problema de salud la alejó de la actividad pública durante un año.
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La felicidad de la Princesa Charlène
En esta jornada tan especial, Charlène ha dejado bien en claro que su recuperación y su pasión por la natación no ha perecido en el tiempo. De hecho, al zambullirse en la piscina y regocigarse con los ejercicios y con waterpolo junto a los jóvenes deportistas, ha recuperado su bella sonrisa.