La princesa Charlène de Mónaco ha deslumbrado en su reciente visita a Florencia, donde hizo gala de su buen gusto en moda. Acompañada por su esposo, el príncipe Alberto II, la pareja asistió a la celebración del 160 aniversario del consulado monegasco en el Palazzo Vecchio.
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Charlène lució un impresionante vestido negro de manga larga elaborado en tul y lentejuelas de la firma suiza Akris, valorado en la exorbitante suma de 7.000 euros. Mientras tanto, Alberto II optó por un traje azul marino con una corbata a juego y una camisa blanca.
La pareja también visitó una exposición en la Sala di Giove que incluía seis retratos de la legendaria Grace Kelly, la madre de Alberto, realizados en los años 50 por el artista Silvano 'Nano' Campeggi. El príncipe adquirió cinco de estos retratos a los herederos de Campeggi, mientras que la familia le regaló uno más en reconocimiento a su interés por el trabajo del artista. La viuda del artista y su hijo estuvieron presentes durante el evento.
Charlène y Alberto II afrontan rumores de crisis
Esta aparición conjunta de Charlène y Alberto llega después de que el Palacio de Mónaco se viera obligado a desmentir los rumores de un posible divorcio de la pareja. Aparentemente ajenos a esta circunstancia, la pareja aprovechó su visita a Florencia y de su reunión con la Fundación Andrea Bocelli, creada por el famoso cantante italiano para ayudar a personas en situación de pobreza y exclusión social.