Hoy se cumplen ocho años desde la estruendosa ruptura entre Belén Esteban y Toño Sanchís, un capítulo que se recuerda como uno de los juicios más mediáticos en la historia de España. Belén, confiada en Toño como su mano derecha, descubrió una trama financiera dudosa que llevó a un enfrentamiento legal que alimentó los titulares.
El vínculo de confianza entre Belén Esteban y Toño Sanchís, descrito como de "hermanos", se tambaleó cuando la colaboradora ganó el reality 'GH VIP 5' y, en un gesto inesperado, donó el premio de 100,000 euros, dejando a Toño sin su comisión. Más tarde, Toño, aparentemente por venganza, filtró una infidelidad ficticia de Miguel Marcos, entonces novio de Belén, resultando en una ruptura temporal.
En el 2015, Belén Esteban supo que Toño la estafaba, apropiándose indebidamente de significativas sumas. El juicio evidenció que Toño le debía a Belén al menos 600,000 euros, aunque se estima que la cantidad real superaba los 1.5 millones de euros. Este episodio también dejó en evidencia la explotación financiera en campañas publicitarias y derechos de autor, llevando a embargos de propiedades y una definitiva fractura en la amistad.
Toño Sanchís, tras perder el juicio y enfrentar embargos, experimentó una caída en su agencia de representación, perdiendo clientes prominentes. Aunque ha incursionado en la televisión y la música, en 2022 aún adeuda a Belén Esteban unos 400,000 euros, mientras que la colaboradora se convirtió en la dueña de la casa de Toño, que fue subastada por la justicia.