En los últimos años, invertir en monedas digitales como Bitcoin y Ethereum se ha convertido en una tendencia financiera que está ganando tracción a nivel global. Estas criptomonedas han probado un potencial de crecimiento excepcional en los últimos años, atrayendo a inversores de todo tipo. Por ejemplo, en 2010, un Bitcoin valía menos de un centavo de dólar, en 2021, su precio superó los 60 mil dólares.
Sin embargo, hay que destacar que invertir en monedas digitales no está exento de riesgos. La volatilidad es una característica fundamental de este mercado, lo que significa que los precios pueden fluctuar significativamente en un corto período de tiempo. Además, la falta de regulación en algunas jurisdicciones supone desafíos adicionales para los inversores.
Pero a pesar de estos desafíos, numerosos expertos financieros sugieren que una inversión prudente en este tipo de monedas digitales podría ser una adición valiosa a un portafolio diversificado, especialmente para aquellos con una visión a largo plazo.
Para aquellos interesados en ingresar al mundo de las monedas digitales, existen múltiples enfoques. Algunos optan por comprar y mantener (HODL) criptomonedas como una inversión a largo plazo, esperando que su valor aumente con el tiempo. Otros exploran el comercio de criptomonedas en bolsas especializadas, aprovechando las fluctuaciones del mercado para obtener ganancias.