El flequillo, ese elemento capilar que puede transformar por completo tu apariencia, ha sido durante décadas un recurso popular para aquellas que buscan un cambio fresco y audaz en su estilo. Desde el icónico flequillo de Audrey Hepburn hasta los modernos flequillos laterales de celebridades contemporáneas, su versatilidad es innegable. Sin embargo, no todos los flequillos son iguales y aquí radica la clave de su éxito.
Existen diversos tipos de flequillo: rectos, laterales, desfilados, tupidos y muchos más. Cada uno de ellos aporta un toque único a tu imagen, destacando tus rasgos faciales y resaltando tu personalidad. Pero, ¿cuándo es apropiado llevar un flequillo? Aunque no existe una regla estricta, los expertos en estilismo sugieren que los flequillos son ideales hasta cierta edad. Generalmente, se recomiendan hasta la mediana edad, ya que pueden suavizar arrugas y líneas de expresión.
No obstante, hay un tipo de flequillo que una estilista destacada sugiere evitar a toda costa: el flequillo recto de mucho volumen. Según sus palabras a la revista Lecturas, este tipo de flequillo "ensucia más el pelo debido a su densidad y al contacto permanente con la frente".
Además de requerir un mantenimiento constante, este flequillo puede hacer que el cabello se vea grasoso y acumule residuos de productos capilares más rápidamente. Es por ello que, aunque el flequillo puede ser una herramienta poderosa para cambiar tu imagen, hay que elegir el tipo adecuado.