Sin lugar a dudas, Francia es uno de los países con historias más ricas e interesantes en toda Europa. Por eso mismo, su papel en el campo de la numismática es cada día más importante. Todo tipo de piezas costosas provienen de allí, e incluso, varias de ellas nos hablan tienen un importante peso simbólico que se vinculan con los acontecimientos fundacionales de la nación. A continuación, una moneda que lo ejemplifica a la perfección.
La moneda de 5 francos del año 1811 es una pieza numismática de absoluta excelencia. Fue acuñada en plata y, además de destacar por su antigüedad, también lo hace por su bonito diseño. Y lleva la imagen de nada más y nada menos que Napoleón Bonaparte, uno de los personajes históricos más importantes de la historia de Francia en particular y el mundo en general.
Por sus más de 200 años de antigüedad, esta pieza es realmente difícil de hallar en la actualidad. Por eso, y por su valor histórico, su precio de mercado es alucinante: si os topáis con una con las condiciones de conservación y certificación adecuadas, podría valer más de 5000 euros. ¡Impresionante!
Como podemos ver, esta moneda es el claro ejemplo de todo lo que tiene Francia para aportarle al campo de la numismática. Un ejemplar valioso en términos económicos e históricos, que además es muy bonito, y que cualquier coleccionista anhelaría poder tener entre las piezas de su catálogo.
Las claves para triunfar en la numismática, en nuestro perfil de Google News. ¡Suscribíos!