La noche en 'Gran Hermano Vip 8' estuvo cargada de emociones, especialmente para Jessica Bueno, quien se despidió a las puertas de la final en una reñida batalla con Pilar Llori. La modelo sevillana, conocida por su amistad especial con Luitingo, dejó la casa y, antes de partir, consoló al cantante, quien se enseñó desolado y le atribuyó su expulsión. Jessica, tratando de calmarlo, le recordó la importancia de mantenerse fuerte por su familia y ella misma, que lo estaría viendo desde fuera.
En el plató, Jessica enfrentó sus sentimientos y vio un emotivo mensaje de su novio que decía "Te quiero". Sin embargo, admitió sentimientos encontrados por Luitingo: "No se trata de un amor imposible, yo he decidido y decido que somos amigos, pero aquí vivimos en una burbuja que no puedes tener claro lo que sientes ni lo que es. Yo le quiero muchísimo", afirmó la concursante.
Os puede interesar: Así es la lujosa casa de Jessica Bueno
Tras llegar tranquila y feliz a su hotel junto a su madre y una amiga, Jessica expresó su anhelo de reunirse pronto con sus hijos, quienes son su pilar fundamental. Aunque asumió su marcha, confesó estar en 'shock' y prefirió no dar declaraciones sobre su pareja, Pablo, dejando en suspenso la incógnita de cómo se encuentra su vínculo.
En este punto crucial del reality, Jessica Bueno deja atrás la competición para abrazar a sus seres queridos y retomar su vida fuera de la burbuja de la casa de 'Gran Hermano'.