El pasado noviembre, el deceso de Bernardo Pantoja dejó una herida profunda en la vida de Junko. Sin embargo, el dolor de la pérdida se ha visto agravado por la situación de su vivienda, ya que la casa en la que compartía su vida con su esposo era propiedad de Isabel Pantoja. Transcurridos doce meses desde aquel fatídico día, la situación es tensa y la viuda se enfrenta a la difícil decisión de abandonar su hogar.
La intención de Isabel Pantoja siempre fue vender la casa, pero hasta el momento, esto no ha sido posible. La situación se ha vuelto más complicada debido a que Junko no tiene intención de dejar su modesto piso en Sevilla. La viuda ha contratado a una abogada y luchará por mantener su residencia, generando un conflicto entre ambas partes.
Junko se niega a dejar su hogar y lucha por su permanencia en la vivienda
Junko, quien ha preferido mantener silencio frente a las cámaras, ha desvelado en privado su profundo sufrimiento y ha anunciado que no planea abandonar la casa que compartió con Bernardo Pantoja. La abogada de Junko ha aconsejado que permanezca en su residencia, lo que podría complicar el proceso para Isabel Pantoja, quien buscaba vender la propiedad para solventar parte de sus deudas.
Isabel Pantoja había dado un plazo a su cuñada para abandonar la vivienda, incluyendo la amenaza de cambiar la cerradura. Sin embargo, un año después de esta advertencia, Junko sigue en la casa. La situación ha generado un apoyo significativo por parte de los vecinos, quienes describen a Junko como una mujer valiente y con un gran corazón que cuidó a su esposo durante su enfermedad. La tensión persiste, y esta prolongada lucha podría demorar el proceso de venta de la propiedad. La situación continúa siendo motivo de controversia en los medios.