Después de un año colmado de celebraciones reales, el monarca británico, Carlos III, ha decidido que los eventos para conmemorar su 75º cumpleaños sean "minimalistas". Aparte del lanzamiento de una moneda conmemorativa en su honor, se ha previsto una cena en la residencia de Clarence House, donde se reunirán familiares y amigos.
Entre los notables ausentes se encuentran los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle, quienes al parecer no han sido invitados a esta reunión familiar. Este hecho pone de manifiesto la distancia que persiste entre Carlos y su hijo menor.
En lugar de grandes festejos, el rey británico prefiere concentrarse en sus obligaciones, presidiendo la apertura del Parlamento y dedicándose al proyecto The Coronation Food Project, vinculado a su fundación. Esta iniciativa busca combatir el desperdicio alimentario al redistribuir los excedentes entre aquellos que más lo necesitan, apoyando a agricultores locales y reduciendo las emisiones de carbono.
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Carlos III es conocido por su enfoque en el ahorro y la prevención del malgasto. Es un monarca que prefiere reparar sus zapatos y prendas de vestir, como ha compartido una exchef de Buckingham, y resalta la importancia de no servir raciones excesivas de comida que luego se desperdicien.