En la mañana del domingo las alarmas en la casa de GH VIP 8 se encendían. Un participante había activado el protocolo de abandono y había alertado a la producción, que de inmediato ponía manos a la obra para acompañarla en su decisión. Poco tiempo después, se confirmaba que quien había decidido irse no era otra que Karina, la cantante nacida en 1943.
La decisión de Karina no solo era lamentada por la gente, que la había transformado en una de las participantes más queridas del reality, sino que despertaba muchas dudas. Poco convencían las palabras de la cantante, que afirmaba que quería irse a su casa y se definía a si misma como alguien "muy débil".
Ante estas dudas, no fueron pocos los que notaron un detalle que explicaría lo sucedido. A pesar de ser concursante de Gran Hermano y estar aislada durante los meses venideros, Karina tenía a la venta entradas para diferentes presentaciones en el Teatro Bellas Artes de Madrid, que iban desde el 7/11 al 19/12. Por eso, muchas personas empezaron a sentenciar que el abandono no había sido espontáneo, sino que era algo pactado de antemano con la producción del programa.
La palabra de Karina sobre su abandono
A pesar de eso, tanto Karina como la producción de Gran Hermano VIP se mantuvieron en su discurso. La cantante sostuvo que se hallaba totalmente agobiada y que le parecía que no estaba aportando todo lo que podía a la casa. "Yo estoy muy a gusto, pero noto que me faltan las fuerzas. Este concurso es para personas fuertes. Quizás he venido un poco tarde. Yo me hallo bien, no puedo estar mejor atendida. Es una decisión difícil, pero realmente noto que si estoy más tiempo, me da miedo estar cada día peor", afirmó ante Ion Aramendi.