Sin dudas, la numismática es una de las áreas que llaman la atención de miles de coleccionistas a lo largo y ancho del mundo. El diseño de moneda y billetes presenta, para ellos, un sin fin de datos que les sirven como testimonio en carne viva para armar la historia de diversos países. A través de ellos, uno puede dar con los lugares más significativos, los personajes que marcaron la cultura y/o política de las regiones, hasta incluso se pueden rememorar fechas importantes como lo fue la realización del Mundial en 1982. Con el ingreso a la eurozona, España se vio obligada a cambiar su sistema financiero. Por tal motivo, se sumó al euro como moneda de uso continental.
Su creación estuvo íntegramente vinculada al Tratado de la Unión Europea cuyo objetivo principal era la creación de una denominación universal para los países que la integraban generando una unión económica y monetaria: el euro. Dado este acuerdo entre las diversas naciones, los financistas comenzaron a diseñar un dinero que los represente a todos. Por esta razón, comenzaron por el símbolo que los identifica. La € proviene de la letra Epsilon a la cual se le agregaron dos líneas paralelas en señal de estabilidad.
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Asimismo, dejar atrás las pesetas significaba desembolsar cientos de millones en la adquisición de las monedas de 1 y 2 céntimos de euros. Se estima que entre los años 2002 y 2013, se realizó un gasto de 1.400 millones. Por otra parte, su creación fue estratégicamente pensada para hacerle frente a las falsificaciones o adulteraciones en lo que respecta, principalmente, a los billetes. Ellos esconden la Constelación de EURion que es un método de seguridad altamente codificado el cual impide su reimpresión o escaneos.
Las señales que dejan los euros
Si se mira detalladamente los euros, se puede llegar a la conclusión que cada uno de ellos tiene una inicial diferente junto a once cifras. Esto permite saber a qué país pertenece sin necesidad de mirar otros detalles en el anverso o reverso de los billetes. Por último, cabe destacar que el Banco Central Europeo permite la creación de dos monedas conmemorativas al año por lo que cada Nación deja impregnada la identidad que la conforma como tal.