En 2001, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry tomaron un camino inusual al decidir no asistir a las prestigiosas universidades de Oxford o Cambridge y, en su lugar, inscribirse en la Universidad de St. Andrews en Escocia, donde también cursó sus estudios Kate Middleton. Este inusual giro sorprendió a muchos, ya que significó abandonar la posibilidad de años de educación tradicional en favor de una experiencia más variada en St. Andrews. Tras el anuncio, las inscripciones en la universidad aumentaron en casi un 50 por ciento. Con este precedente en mente, surge una nueva pregunta que podría hacer historia: ¿Dónde se educará el futuro Rey George VII?
La respuesta a esta pregunta podría cambiar la historia de la monarquía británica, y el motivo es bastante inusual: la coeducación. El Marlborough College, una escuela privada que cuesta $90,850 al año, a diferencia de muchas otras escuelas públicas de alto perfil en el Reino Unido, es una institución de educación mixta, lo que significa que acepta tanto a estudiantes masculinos como femeninos.
Si el príncipe George se matricula en el Marlborough College, sería el primer monarca en 956 años, desde la llegada de los normandos a Inglaterra en 1066, en ser educado en un entorno mixto. Esta decisión representaría un cambio significativo en la educación de la realeza británica, que históricamente se ha centrado en la educación de los futuros monarcas en entornos exclusivamente masculinos.
La elección de la educación del príncipe George es un tema de interés y especulación en el Reino Unido, ya que podría tener repercusiones en su preparación para ser una personalidad unificadora en una sociedad británica cada vez más diversa. Los defensores de esta decisión argumentan que permitir al príncipe estar en un entorno escolar más diverso y representativo sería beneficioso para su futura labor como líder de una nación multicultural. Si bien se ha mencionado la opción de Eton, la elección del Marlborough College sería un giro inesperado que reflejaría la voluntad de los Duques de Cambridge, Kate Middleton y Guillermo, de criar a sus hijos de una manera más moderna y adaptada a los tiempos que corren.