Joaquín Sánchez ha desvelado su último programa junto a una invitada de lujo Tamara Falcó. Cabe recordar que fue hace muy poco tiempo cuando el exdeportista decidió emprender su carrera como conductor de este novedoso ciclo de exclusivas entrevistas. En el primer programa entrevistó a la persona más buscada del momento, Ana Obregón, con quien compartió una cercana charla donde hablaron sobre la pérdida de su hijo, Aless Lequio, y la llegada de su nieta Ana Sandra.
Arrancar con esta entrevistada de lujo hizo que el público no hiciera más que tener las expectativas más que altas con los invitados que le seguirían en ‘Joaquín, el novato’. En un segundo programa, fue el turno de Roberto Leal, donde también hubo lugar para las emociones. Pese a ser invitados más que importantes, todo el mundo esperaba la visita de la Marquesa de Griñón, pare ver una faceta que nunca había dejado ver de sí.
Fue el pasado jueves cuando se emitió el programa donde el conductor invitó a participar a la socialité, una de las personas de las cuales se ha hablado mucho en nuestro país estos últimos meses. Recordemos que la hija de Isabel Preysler se casó el pasado 8 de julio con el empresario Íñigo Onieva, rodeados de sus seres queridos e inmersos en diversas polémicas, entre ellas, perder el contrato con las diseñadoras de su vestido a un mes de boda. Ahora ha desvelado que, luego aún después de la boda, siguen los contratiempos: ha perdido su anillo de casada: "Este es el que es. Lo cierto es que el otro día se me cayó y me he pu*esto este mientras tanto. No sé dónde está”, le confesó Tamara Falcó al exdeportista.
Tamara Falcó y los detalles ocultos de su boda
No era de esperarse que Tamara Falcó confesara tantas cosas, incluso más que las que detalló en ‘El hormiguero’ programa donde se desarrolla como colaboradora. En ‘Joaquín, el novato’ además de confesar que perdió su anillo de bodas, también comentó que tuvo un incidente con sus zapatos, días previos a la boda. “Cuatro días antes de la boda, se quemó el camión de mensajería que llevaba mis zapatos, se quedaron completamente incinerados. Menos mal que no se supo porque todo el mundo hablando del mal de ojo, de las malas señales... Casarse fue un reto, nos pasó de todo, pero cuanto más esfuerzo me cuesta algo, más me esmero”, sentenció, tajante, la esposa de Íñigo Onieva.
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