Dinamarca se vistió de fiesta en honor al príncipe Christian, quien alcanzó la mayoría de edad a sus 18 años. La nación entera se engalanó con banderas ondeando en las calles de Copenhague y en todo el país para celebrar este importante hito en la vida del heredero al trono.
La celebración comenzó al mediodía, justo después del cambio de guardia en el Palacio Frederick VIII. Desde el balcón del palacio, el príncipe Christian, elegantemente vestido, saludó a la multitud que se congregó. Acompañado de sus padres, los príncipes Federico y Mary, sus hermanos Isabella, Vicent y Josephine, y su abuela, la reina Margarita, el ambiente fue cálido y se notaron numerosos gestos de cariño.
Siguiendo la tradición familiar, el príncipe Christian emuló a su abuela y su padre, saludando al público desde el mismo balcón en su cumpleaños. La multitud lo vitoreó y, por solicitud de la reina Margarita, entonaron el clásico "Cumpleaños Feliz". Para conmemorar la ocasión, la Casa Real Danesa compartió un retrato inédito del príncipe, tomado por su madre, la princesa Mary. En la imagen, Christian viste una camisa azul y luce una amplia sonrisa. Además de las felicitaciones públicas en el balcón, las personas pueden felicitar al heredero a través de las redes sociales.
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La culminación del día llegará a las 5 de la tarde con una cena de gala en el Castillo de Christiansborg, organizada por la monarca. Se espera la asistencia de representantes de diversas Casas Reales Europeas, así como invitados del mundo del deporte y la cultura. La reina Margarita también otorgó al príncipe Christian el emblema de la Orden del Elefante, el honor más prestigioso de Dinamarca, en un acto privado. Esta distinción lo coloca en una categoría compartida con notables personalidades como don Juan Carlos y Doña Sofía. Sin duda, el 18º cumpleaños del príncipe Christian se ha convertido en un evento real inolvidable.