El 20 de marzo del 2020, Carlos Falcó dejó este mundo tras haber sido ingresado en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, al que había llegado solo dos días antes. Algunas semanas después, sus familiares y seres queridos conocieron la herencia que el Marqués había dejado para cada uno de ellos. Fue entonces que la vida de Tamara Falcó, su hija más mediática, cambió definitivamente.
Además del título de Marquesa, la hija de Isabel Preysler recibió la casa en la que Carlos Falcó había vivido hasta el último de los días: un espectacular palacio llamado El Rincón, establecimiento ubicado en Aldea del Fresno, en Madrid. Lo primero que hizo Tamara, junto a uno de sus hermanos —que también es propietario— fue darle salida a Esther Doña, la última esposa de su padre con quien no se llevaba bien.
Una vez superado ese escollo —que trajo más de una complicación—, Tamara Falcó decidió ponerse en campaña para devolver al palacete a sus días de gloria, aquellos en los que era el epicentro de los mejores eventos de la alta sociedad. Esa fue, entre otras, la trama en la que se basó la primera temporada de su serie en Netflix: remodelar y reparar la casa que estaba en ruinas, para montar un restaurante "Pop Up" de corte efímero.
Queda claro que ese guion no fue más que una cortina de humo, algo que en la serie se vio conquistado pero que nunca existió fuera de la pantalla. Aún así, más allá del aparente bulo del restaurante, Tamara Falcó sí consiguió una meta mayor: darle una visibilidad al lugar para que los interesados vieran lo mucho que podría ofrecer.
De esta forma, El Rincón volvió a sus mejores épocas. La alta sociedad lo volvió a ver como el lugar ideal para su boda soñada, mientras que algunas productoras entendieron que también podría servir como una locación ideal para ciertas series y películas. Prueba de esto último es que allí es donde se rueda 'La promesa', la nueva superproducción de RTVE que todos los meses ingresa cerca de 30.000 euros a Tamara Falcó en concepto de alquiler.
El próximo 17 de junio, Tamara Falcó se casará con Iñigo Onieva en ese mismo lugar. Será un momento muy emotivo, sobre todo después de las cosas que han sucedido desde el anuncio del compromiso. Sin embargo, también será el fin de una magistral campaña de la Marquesa, en la que hizo gala de sus dotes de empresaria y con la que supo sacarle el mayor provecho posible a la herencia de su padre.