El conflicto entre Shakira y Piqué se ha transformado rápidamente en el más llamativo e interesante del comienzo de año. Su libreto parece ser obra del escritor más retorcido del condado, ya que ante cada nuevo capítulo, devenido en información, se genera un giro de los hechos inesperado que pocas personas se lo pueden ver venir.
Esta tarde eso volvió a quedar demostrado. En las primeras horas del día, algunas fuentes desvelaron que Piqué había buscado el perdón de Shakira, pero que esta había negado la posibilidad de un regreso. Momentos más tarde, ya promediando la segunda mitad de la jornada, los periodistas que esperaban en la casa de la cantante quedaron atónitos al ver como el futbolista llegaba al lugar en su verdadero coche, lejos de la pantomima del Twingo, y era recibido por un portón que le permitía el paso a la vivienda.
De inmediato se comenzó a especular con la posibilidad de un acercamiento entre la expareja, pero, aunque todavía no se puede descartar, los motivos que llevaron a Piqué a la casa de Shakira no tienen nada que ver con el conflicto que los envuelve. Según se pudo saber, el futbolista se hizo presente para saludar a su hijo Milan, que cumple 10 años. Tras permanecer un tiempo con él, en el que se desconoce si se cruzó con la cantante, se marchó para ir a trabajar.
A pesar de que nada parezca indicar que Piqué y Shakira hayan tenido una conversación en el tiempo en el que compartieron la casa, el hecho de que él haya podido ingresar puede hacer ver que las cosas mejoraron un poco. La semana pasada, el futbolista fue a buscar a sus hijos al domicilio de la cantante, pero tuvo que esperar fuera a que los niños salieran, algo que le generó un malestar importante.