El pasado 10 de enero la reina emérita recibió una noticia que la devastó por completo: la partida física de su hermano Constantino de Grecia. La casa real acudió el día de ayer hasta el cementerio real de Tatoi, para darle el último adiós al hermano menor de doña Sofía, a pesar de todo el protocolo, la familia se dejó ver completamente devastada, en especial la infanta Cristina.
Fueron varios los jefes de estado que se trasladaron hasta la Gran Catedral Metropolitana en Atenas donde, al igual que la familia real, tampoco pudieron contener las lágrimas al despedirse de Constantino. Durante la procesión, el rey Felipe VI caminó junto a su tía Irene de Grecia mientras que, la infanta Cristina se encontraba detrás junto a sus hijos.
Los hijos de la infanta Cristina estuvieron junto a ella en todo momento, no obstante; ha sido Miguel quién decidió no apartarse en ningún momento de su madre. Las cámaras captaron cuando el menor de los varones Urdangarin tomaba la mano de su madre y la acercaba a su rostro, en un gesto de empatía y solidaridad.
El gesto que tuvo Miguel Urdangarin con su madre. la infanta Cristina, llamó la atención de todos. Y es que a pesar de que es normal mostrar el apoyo y afecto en estas situaciones, no está bien visto para los miembros de la casa real tener ese tipo de afecto públicamente.