Pese a que, en la niñez, aprendemos sobre los beneficios del agua, muchas personas tienen el hábito de acompañar sus comidas con refrescos de algún tipo o con bebidas alcohólicas. Esta práctica, ¿es realmente mala para nuestra salud? ¿Hace la diferencia beber agua en lugar de refrescos en nuestros almuerzos y cenas? La ciencia tiene una respuesta para darnos.
La respuesta breve a esas preguntas sería que sí, efectivamente hay una diferencia importante entre beber agua y refrescos azucarados. Pero, ¿cuáles son los motivos? Varios. Uno de los más importantes que, a diferencia de las bebidas artificiales, el agua nos ayuda a digerir los alimentos, así como contribuye en la absorción de nutrientes y en la posterior excreción de desechos. Pero eso no es todo…
Otro beneficio que tiene el agua es que, a diferencia de los refrescos, es una bebida acalórica, es decir, que no nos hace subir de peso. Las bebidas alcohólicas y azucaradas no necesariamente deben omitirse por completo, claro está, pero, si las utilizamos de manera sostenida para acompañar nuestras comidas, es posible que nos hagan engordar. Sin dudas, ese es otro factor a tener en cuenta.
Otra pregunta interesante a este respecto es: ¿Cuánta cantidad de agua debemos beber durante el día? La respuesta no es una sola, pues depende de cada cuerpo y de sus actividades, pero, en general, se recomienda que sean entre 2 y 3 litros de ingesta. En definitiva, es importante comprender que el agua es fundamental para nuestro cuerpo, y, en líneas generales, nunca está de más beber un vaso… ¡Sobre todo para acompañar las comidas!
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