Conseguir una cocina sostenible no solo es una tendencia en alza, sino una necesidad para reducir nuestra huella en el medio ambiente. Los expertos aseguran que uno de los primeros pasos es elegir productos de temporada y proximidad, lo que no solo apoya la economía local, sino que también reduce las emisiones de carbono vinculadas con el transporte.
Otra forma de conseguir una cocina sostenible es planificando los menús de la semana y comprar a granel, de esta forma se evita el desperdicio de alimentos. Al planificar las cosas con anticipación y comprar solo lo necesario, también se puede reducir el uso de envases plásticos, ya que comprar a granel permite llevar los propios recipientes reutilizables. Los expertos aseguran que la falta de planificación es una de las principales causas de agotamiento de recursos.
Otro aspecto clave es la eficiencia energética. Reemplazar los electrodomésticos antiguos por otros con mayor eficiencia ayudará a reducir significativamente el consumo de electricidad y, por ende, las emisiones de CO2. Además, pequeños cambios, como desconectar los electrodomésticos cuando no se usan, también suman a una cocina sostenible.
Finalmente, la elección de utensilios de cocina también influye en la sostenibilidad. Las tablas de cortar de madera, por ejemplo, son una opción más ecológica en comparación con las de plástico o silicona, ya que no liberan microplásticos y tienen una vida útil más larga. Estos pequeños ajustes en nuestras rutinas pueden marcar una diferencia para conseguir una cocina sustentable.
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