El príncipe Harry, duque de Sussex, cumplió 40 años y, como lo indica su historia reciente, lo pasó alejado de la familia real británica, pero apegado a su esposa Meghan Markle y sus hijos Lillibet y Archie en California, Estados Unidos. Además, tuvo una escapada con sus amistades más cercanas y se divirtieron mientras la noche caía sobre sus ojos.
Para su cumpleaños número 40, el príncipe Harry recibió dos sorpresas de la corona británica. En primer lugar, un saludo oficial de la familia real, algo que no sucedía desde el 2021, y un regalo que heredó de su bisabuela, Isabel Bowes-Lyon, que falleció en 2002. Al llegar a esta edad, se desbloqueó una nueva herencia que fue destinada para todos los bisnietos, pero un porcentaje mayor al esposo de Meghan Markle para compensar con los privilegios recibidos por el príncipe William, hermano mayor y heredero al trono.
En 1994, la madre de Isabel II depositó en un fondo fiduciario 19 millones de libras (cerca de 22 millones de euros) para generar ganancias para sus bisnietos. Una parte de ese fondo fue desbloqueado cuando los hermanos cumplieran los 21 años de edad y tanto el príncipe William como el príncipe Harry recibieron en ese momento seis millones de libras.
Tras el estreno de sus 40 años, el duque de Sussex pudo desbloquear el resto de ese dinero guardado en un fondo fiduciario. Así fue como el príncipe Harry sumó un par de ceros a su cuenta y, aunque no se conoce el monto exacto de su regalo millonario, esos 19 millones de euros tuvieron mucho crecimiento durante esos 30 años guardados. Además, la fórmula del fideicomiso elegida por la reina madre le priva a los herederos de pagar cifras altas de impuestos, por lo que fue un negocio calculado a la perfección.
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