Adoptar un perro es, en líneas generales, una maravillosa decisión. Un cachorro le dará alegría a nuestro hogar, y, sobre todas las cosas, será una compañía fiel y amigable. Sin embargo, también hay que asumir que hacerlo es toda una responsabilidad, sobre todo, si el chucho es un recién nacido. Para nuestro amigo canino, será un desafío adaptarse a vivir en un nuevo sitio, y nosotros debemos ayudarlo en ese proceso. ¿Cómo podemos hacerlo?
Existen diversas claves para facilitar la adaptación de un chucho a nuestro hogar, pero una de las más importantes es que les proporcionemos un sitio tranquilo y les brindemos la oportunidad de reconocer el terreno. Es importante que vigiles a tu pequeño perro, claro, pero también lo es que él mismo pueda caminar por el hogar y familiarizarse con el mismo en un ambiente ameno, preferentemente, sin sonidos fuertes. En ese sentido, es importante tener en cuenta que la sensibilidad auditiva de nuestros animales es muy superior a la nuestra.
Pero eso no es todo. Además, es importante que nuestra mascota pueda hacer lo que requiere de forma accesible y cómoda: que tenga una cama propia para descansar, con alguna manta con su olor para el acostumbramiento, que tenga un plato de comida que reconozca como propio y del que pueda comer sin estar rodeado de estímulos y distracciones, que se acostumbre a hacer sus necesidades en el sitio que le has indicado, entre otras cuestiones. Aunque sea un perro pequeño, también necesita espacio, tranquilidad y privacidad para desarrollarse.
Asimismo, más allá de lo que hagamos en el hogar, es fundamental que llevemos a nuestro perro al veterinario. Un profesional se encargará de asegurarse de que todo esté en orden en la salud de tu perro y, sobre todo, de proporcionarle las vacunas que necesita para tener mayores libertades, por ejemplo, para salir a la calle. Además, puedes usarlo, sin problemas, como un consejero. ¡Dale la mejor de las bienvenidas a tu nuevo amigo canino con todas estas claves!
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