Al comenzar un vínculo de carácter sentimental o amoroso, muchas personas padecen todo tipo de inseguridades. ¿Saldrá bien? ¿Podremos convivir? ¿Se cansará de mí? ¿Me será fiel? Son algunas de las preguntas que circulan por las mentes inseguras. Este es, sin dudas, un fenómeno que muchos pueden sufrir con su pareja, pero entendiendo que, si uno tiene un lazo de esas características, no es positivo que eso suceda. Por eso, hoy os presentaremos 5 tips que os ayudarán a superar estos temores.
No intentes leer mentes
Cuando nos sentimos inseguros, ante cada comentario o gesto de nuestra pareja recaemos en analizar, interpretar y sobreinterpretarlo todo. Por eso, es importante que entendamos que no conseguiremos nada así, que no podemos leerle la mente a la otra persona, y que, ante todo, la clave es una buena comunicación para que las cosas estén claras.
Sé sincero
Si tienes la suficiente confianza con tu pareja, puedes sincerarte y comentarle sobre tus inseguridades. Un diálogo franco puede hacer que tu confidente te comprenda y, así, que juntos puedan buscar soluciones a lo que te está sucediendo. Aun así, también es importante que respetes sus límites y no le exijas que todo sea como tú quieres en pos de combatir tus temores.
No compares vínculos
No es una buena idea comparar tu vínculo con el que tiene un amigo o un familiar. Cada persona es un mundo, y, en definitiva, no conocemos los pormenores de los lazos de los demás, por eso, sus problemas no tienen por qué aparecer en tu pareja, y, al mismo tiempo, sus virtudes pueden ser otras en tu caso.
Deja atrás el pasado
En muchas oportunidades, los recuerdos negativos y las malas experiencias del pasado son motores de la inseguridad. Sin embargo, es importante que entiendas que lo que sucedió en determinado momento con una persona en particular no tiene por qué replicarse en todos tus vínculos.
Busca ayuda profesional
Si sientes inseguridad con tu pareja, es posible que, aunque no lo veas, tengas más inseguridades en otros ámbitos de la vida y es recomendable que trabajes para resolverlas. Por eso, la terapia psicológica puede ser tu mejor aliada. ¡Anímate a intentarlo!
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