Hoy, 25 de agosto, se celebra en buena parte del mundo el Día Internacional del Estilista. Conocidos como barberos en algunos sitios o como peluqueros en varios otros, los profesionales del cabello se encargan de ayudarnos a hallar nuestra mejor versión estética para el día a día, para eventos especiales, y demás. Transformar la imagen de las personas es una verdadera responsabilidad, y ellos son los encargados de abordarla.
La profesión de los estilistas ha ido ganando valor con el tiempo. Si bien, en sus orígenes, en la cultura del antiguo Egipto, el trabajo del cuidado del cabello cargaba sobre las espaldas de los esclavos, hacia el siglo XVII fue comenzando a crecer en status social. Del mismo modo, los estilistas -con otro nombre, claro- eran muy bien valorados en la antigua Grecia, pues el culto a la belleza, que podía incluir peinados tupidos y extravagantes, era una parte importante de la cultura de la época.
Pero, en definitiva, ¿cuál es el motivo detrás de la fecha escogida para la celebración? El 25 de agosto del año 1297 fue la fecha de santificación del rey Luis IX, quien, mientras llevaba adelante las riendas de su país, había declarado a los estilistas como profesionales a la altura de los jueces o los médicos, incluso brindándoles el honor de utilizar el espadín en su vestimenta. Por ese motivo, en el siglo XVII, en honor a esa valorización de su profesión, la propia fecha del 25 de agosto fue escogida para el Día Internacional del Estilista. ¡Curiosa historia!
Más allá del trasfondo que existe detrás del Día Internacional del Estilista, esta es una jornada para agradecer a esos profesionales que se encargan de hallar nuestro mejor peinado siempre que así lo requerimos. Por eso, ¡no perdáis la oportunidad de saludar a vuestro estilista de confianza en esta jornada tan especial!
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