Rentar una casa en España es un trabajo complicado. Ni hablar cuando se pretende adquirir una de manera definitiva. El mercado, la falta de espacio y demás trabas que surgen en la materia diariamente, hace que cada vez sea más difícil hacerse con un hogar propio en el que se pueda establecer. Por fortuna, existe una tendencia que intenta terminar con eso.
Desde hace algunos años a esta parte, mucha gente, sobre todo jóvenes, han optado por virar hacia las llamadas mini casas. Espacios más pequeños que una vivienda promedio, pero que resultan transportables, accesibles y cómodas para quienes quieren invertir poco dinero (en comparación) y hacerse con una propiedad.
En cuanto a los diseños y tipos, se puede encontrar de todo. Una mini casa puede ser desde una pequeña cabaña con estilo de cuento de hadas, hasta un tráiler, un contenedor, una Yurta o un vagón de ferrocarril. La condición que tienen para ser caratuladas como tal, es que midan menos de 45 metros cuadrados.
Si bien es verdad que el tamaño puede asustar, los precios que se manejan por estos inmuebles son el aspecto diferencial. Una mini casa se puede conseguir desde los 15.000 hasta 50.000 euros. Claro está que el valor de las mismas variará dependiendo el material, los elementos que la integre, las comodidades que tenga y cualquier aspecto que influirá en una vivienda tradicional. Si se quiere optar por una de ellas, solo basta con una búsqueda en línea para encontrar opciones de todo tipo.