El Feng Shui sostiene que algunas plantas pueden tener una influencia negativa. A lo largo de los años, diversas corrientes han intentado explicar el flujo de energía en la vida, siendo el Feng Shui una de ellas. Esta práctica oriental busca la armonía física y emocional mediante el orden de los elementos del hogar, incluyendo las plantas. Algunas especies se asocian con la buena o mala suerte, integrándose en esta búsqueda de equilibrio.
Es importante mencionar que estas creencias son completamente subjetivas, ya que el verdadero valor de las plantas es el que tú les asignas. Desde un punto de vista científico, no hay evidencia que respalde la idea de que existan plantas que atraigan mala suerte. No obstante, tradiciones milenarias han asociado ciertas especies con malos augurios, dependiendo de cómo y dónde se colocan en el entorno.
En este contexto, aunque las hortensias son adoradas por muchos, según el Feng Shui, simbolizan soledad, fracaso y aislamiento. Si te encantan estas flores, es mejor ubicarlas en exteriores para evitar que estos elementos negativos llenen tu hogar. Por otro lado, el Feng Shui desaconseja tener geranios dentro de casa debido a su capacidad para absorber energías negativas. Colocar estas plantas en terrazas o jardines permite que aporten color y alegría sin afectar el ambiente interior.
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Asimismo, otras plantas que se suman a la lista son las enredaderas, ya que debido a que crecen hacia abajo disminuyen la energía vital, por lo que es preferible mantenerlas fuera del hogar, utilizándolas para decorar la entrada o pérgolas. Mientras, si bien la lengua de suegra purifica el aire, sus hojas puntiagudas pueden generar rechazo. Colocarla cerca de la entrada, terraza o ventanas permite aprovechar sus beneficios sin afectar el ambiente interior.