La ciencia está presente en todas y cada una de las dimensiones de nuestra vida. Los niveles más complejos de la misma, por supuesto, suelen estar asociados a los laboratorios, las academias, u otro tipo de espacios profesionales, pero, aunque muchos no lo crean, también hay pruebas científicas que podemos indagar en nuestro propio hogar.
Un ejemplo de esas características es el experimento que conoceremos hoy. ¿A qué nos referimos? A la elaboración de un fluido no newtoniano, una prueba científica sencilla y sin riesgos que, con poquísimos elementos, podemos preparar en nuestro propio hogar. ¡Y si tienes niños en casa, les resultará de lo más divertido!
La preparación y las características del fluido no newtoniano
El fluido no newtoniano es, en pocas palabras, un material cuya viscosidad varía en relación con la temperatura y a la tensión que se le aplique. En este experimento, contaremos con un fluido que, a simple vista, parecerá un líquido como cualquier otro. Al tocarlo con un dedo, efectivamente actuará como un líquido. Pero, en cambio, cuando lo impactemos con nuestro puño o con algún objeto, se solidificará por un instante, generando una sensación muy curiosa y particular. ¡Sorprendente!
Un fluido no newtoniano se puede preparar de diversas formas, pero una de las más comunes y económicas es con agua y maicena. La elaboración, sencillamente, consta de mezclar maicena y agua de manera paciente, cuidándonos de que la fórmula no quede excesivamente aguada, hasta alcanzar una consistencia pastosa y semilíquida. La dejaremos escurrir, y la llevaremos a un bol. ¡Y ya está lista para experimentar!
La ciencia detrás de este experimento
Pero, ¿cuál es el sentido detrás de este experimento? La ciencia lo explica. En pocas palabras, un fluido no newtoniano se caracteriza por tener propiedades físicas que, cuando se lo impacta con contundencia, llevan a que los átomos se reorganicen y, por un momento, este elemento se asemeje a un sólido.
El experimento de este fluido es realmente curioso, y es ideal para indagar fácilmente en nuestro hogar las maravillosas particularidades de la física. ¡Vale la pena intentarlo!
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